Viernes tarde, te quieres ir a la piscina porque hace un torrao que lo flipas y tienes que actualizar una máquina virtual que como deje de funcionar te espera un finde interesante. ¿Como puedes salvar el fin de semana si has hecho los deberes correctamente con anterioridad? Pues aquí entran los snapshots con LVM.
Si tienes tu máquina montada con LVM (no entro en ese fregao) y espacio de sobra en disco (de ahí lo de antes de hacer los deberes…) este comando te puede salvar el culo:
lvcreate -s -n <nombredelsnapshots> -L <tamaño> <origendelvolumen> <destinodelvolumen>
Esto te genera una foto del momento que ocupa muy poco espacio porque realmente no estas realizando una mega copia de todo, sino simplemente de los cambios.
Luego actualizas la máquina y a probar que todo está correcto. Que te ha salido bien (casi siempre sale bien cuando tomas estas medidas de seguridad, capitulo 356 de la ley de Murphy) ya te puedes pirar a la pisci. Que ha salido mal y la has cagado:
lvconvert --merge <nombredelsnapshots>
Esto devuelve tu partición al estado de cuando tomaste la foto. Como si nada hubieras hecho. 😉
Hacer pruebas con estos comandos con anterioridad ayuda mucho, no esperar al día crítico, que te caen unas gotas como puños cuando estas en ese momento marrón…